(Por Carlos Saglul para ACTA). Ayer cortaron durante ocho horas la Panamericana. Cuando ya anochecía y estaban reunidos en asamblea, los trabajadores de la ex fábrica Terrabusi fueron informados que el Ministerio de Trabajo intimaba a las partes a reanudar la negociación así como a pagar los salarios adeudados.

Nada decía en cambio la comunicación de la cartera laboral sobre la principal reivindicación de los obreros: la reincorporación de 155 despedidos, explicaron a ACTA los miembros de la Comisión Interna.

Los obreros de la ex fábrica Terrabusi cortaron durante ocho horas la ruta Panamericana a la altura de la localidad de General Pacheco para reclamar la reincorporación de 155 despedidos y rechazar un plan de desvinculación voluntaria ofrecido por la empresa.

María Rosario, delegada de los trabajadores, explicó que el conflicto comenzó cuando reclamaron mejoras en las condiciones de salud para evitar contagios por la gripe A. Ni siquiera aceptaban la jornada reducida para las mujeres.

La empresa aprovechó para cesantear a 155 empleados, entre ellos los once miembros de la comisión interna. La delegada denunció que el plan de la empresa es reducir a un sólo turno el trabajo de la planta de Pacheco. De los actuales 2.600 empleados quedarían 800.

Ramón Bogado, también delegado de la empresa explicó a ACTA que “el corte se levantó para reunirnos en asamblea y ver como seguimos. Acabamos de recibir una comunicación del Ministerio de Trabajo en el que se intima a las partes a seguir con las negociaciones. Además ordena el pago de los salarios adeudados”.

Según el dirigente, la comunicación se olvida del tema central que es la reincorporación de los 155 despedidos y el respeto de los derechos sindicales de los trabajadores, cuya comisión interna fue cesanteada en su totalidad.

La semana pasada los trabajadores fueron duramente reprimidos por la Gendarmería y desde ese momento permanecen tomando las instalaciones de la fábrica que ahora pertenece a la empresa estadounidense Kraft Foods. Por eso, una de las primeras medidas tomadas por los trabajadores fue una marcha a la Embajada de los Estados Unidos.

Bogado explicó que al no acatamiento de la conciliación obligatoria por parte de la empresa y la represión, ahora se agregan las amenazas e intimidaciones que estarían recibiendo familiares y obreros, instándolos a terminar con las medidas de fuerza.

“Estamos dispuestos a negociar siempre y cuando ellos, como primera medida se comprometan a levantar los despidos”, explicó Bogado a ACTA.

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