(por Carlos Saglul) Durante la última reunión en el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires los delegados de la fábrica Bosch recibieron una propuesta, la reicorporación de los 140 despedidos, pero con varias condiciónes: baja salarial promedio de casi mil pesos y flexibilización laboral absoluta.

En asamblea los trabajadores decidieron que la toma sigue. “Lo primero que quieren es destruir a la organización gremial”, dijo a ACTA Gerardo Robiano, de la Comisión Interna de la compañía.

Los trabajadores de Bosch y sus familias, realizaron en la víspera una importante movilización en San Martín en reclamo de la recorporación de los 140 despedidos, el respeto por las condiciones de trabajo y organización gremial. Paralelamente se conocía que el grupo empresario que se retira de la Argentina plantea vender la empresa a un ex funcionario del menemismo, Pablo Rojo.

Ex presidente del Banco Hipotecario de Carlos Menem, Rojo maneja también el grupo que es dueño de la empresa Argelite ubicada en Ruta 8, que está en convocatoria de acreedores. De acuerdo a consultas que se realizaron desde la Comisión Interna de Bosch, en esa empresa los trabajadores cobran con mucho retraso los salarios y han sido flexibilizados.

¿Cuál es el verdadero interés de Rojo en la compra? ¿A quién representa en realidad?, son preguntas que los trabajadores se hacen. Al Ministerio de Trabajo, poco pareciera importarle.

La empresa de origen alemán despidió el pasado 21 de diciembre a alrededor de 140 trabajadores metalúrgicos a pesar de haberse comprometido pocos días antes a no hacerlo en el Ministerio de Trabajo provincial. La planta actualmente se encuentra tomada por los trabajadores para preservar la fuente de trabajo.

Robiano explicó a ACTA que “a cambio de la reicorporación quieren que resignemos el adicional de 520 pesos en tickets canasta, 240 pesos que se pagan por presentismo y sacarnos el pago por antigüedad. Esto sumado a otros recortes, hacen que perdamos más de mil pesos por mes”. El salario promedio en la empresa es de tres mil pesos aproximadamente.

“Pero las condiciones no terminan ahí –enfatiza Robiano indignado- además de bajarnos el sueldo, nos aumentan la jornada de trabajo a todos los turnos. Más por menos, Es lo mismo que hicieron con Kraft te despiden para que te banques condiciones laborales de esclavitud".

En la puerta de la metalúrgica tomada, los obreros colgaron un cartel: " Navidad Amarga”. Los trabajadores no descartan recibir el año con la empresa tomada: “Nos parece un avance eso de que plateen retomar a los compañeros. Lo que no vamos a permitir es convertirnos es esclavos, dejar de lado nuestros derechos”.

Bosh es uno de los principales grupo de autopartes del planeta. Tiene alrededor de 260 mil empleados en todo el mundo. Informó que como resultado de la crisis debía despedir por lo menos 10 mil trabajadores. Luego de la crisis mundial se verificaron intentos de despido y empezaron a escucharse rumores de venta de la planta local.

Robiano la tiene clara. “Acá como en tantas otras empresas quieren que la crisis la paguemos los trabajadores. Lo primero que hacen en venir por la organización gremial. Por eso querían despedir a toda la Comisión Interna y no querían reconocernos en la negociación. Por suerte los compañeros la tienen clara, sin organización estamos perdidos”.

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