La medida apunta a lograr la equiparación de los salarios de los profesionales lomenses con los de sus pares provinciales y la incorporación a Planta Permanente de todo el personal precarizado con más de 1 año de antigüedad. Además, se reclama presupuesto suficiente para insumos, cobertura de vacantes y mantenimiento de la infraestructura y la aparatología. La lucha se enmarca en el pedido por un salario de ingreso igual a la canasta familiar para el cargo de 36 horas semanales ($2700) lo que en este caso concreto, donde más del 80% de los cargos son de 24 horas semanales, significaría $1800, muy lejos de los $800 que hoy cobra un profesional de Planta Temporaria o de los $1109 que percibe uno de Planta Permanente.