La manifestación se daba en el marco de la lucha que los trabajadores pesqueros vienen desarrollando en reclamo de trabajo registrado, y luego de que la empresa se retirara de la mesa de negociación la semana pasada. Cabe destacar que además la empresa rescindió el contrato con las cooperativas a través de las cuales subcontrataba a más de 700 trabajadores.
Al respecto, Raúl Calamante (Secretario General de CTA Mar del Plata), expresó que “esto demuestra que el Estado no tiene la capacidad de resolver el conflicto y lo traslada a la órbita privada. Se reprime a los trabajadores, desde hace varias semanas, con una especie de militarización del puerto, porque incluso han estado los del grupo Albatros”, al tiempo que aclaró “los trabajadores no son violentos, lo único que quieren es trabajar y en condiciones dignas”.
En un comunicado, la CTA marplatense repudió “la desmedida acción de las fuerzas de seguridad que criminalizan la protesta social, fuerzas que actuaron bajo las órdenes del fiscal Pelliza, que prioriza el reprimir un supuesto delito ambiental por sobre el derecho a la vida y al trabajo digno, justamente en una situación en donde la parte empresaria ha sido varias veces denunciada a nivel internacional por depredación”.
Sobre las medidas tomadas por los trabajadores a partir de este gravísimo hecho, Calamante puntualizó que “hemos pedido la audiencia con el Fiscal General de Mar del Plata, denunciando el hecho de la criminalizacion de la protesta, que dejó tres heridos en la represión. Creemos que ésta es una situación de secuencia de hechos que demuestra una sintonía de políticos con empresas, que quieren garantizar la continuidad del negocio con trabajo en condiciones paupérrimas y prácticamente de esclavitud, totalmente precarizado y a través de cooperativas truchas”.
Vale recordar que los trabajadores del puerto de Mar del Plata consiguieron el 1º de agosto pasado un gran triunfo sobre la empresa, al firmar un acta en el Ministerio de Trabajo que creaba una mesa de negociación. En ese espacio, debían debatirse los plazos y las formas en que serían regularizados todos los trabajadores de las pseudocooperativas a través de las cuales Giorno subcontrataba (tercerizaba) a los trabajadores. Sin embargo, la empresa no cumple con lo establecido en el acuerdo, atropellando los derechos de los trabajadores.