Los trabajadores continúan cerrando los accesos en el principal puerto pesquero de la provincia de Buenos Aires a la espera de una solución a sus problemas. En tanto, la Prefectura, que mira como el fuego consume las cubiertas encendidas, espera la orden del juez para comenzar la represión y desalojar el predio. El conflicto se encuentra estancado y los responsables se atrincheraron en la Cámara Empresarial Pesquera de Mar del Plata.
En ese contexto, Raúl Calamante, secretario General de la CTA de ese distrito indicó que “es inadmisible que los empresarios no quieran dar la cara para discutir el tema y buscar una solución. Solo les preocupa que el Estado haga cumplir las leyes de libre circulación en vez de discutir el tema de fondo que es el trabajo basura que aquí se viene implementando desde la década neoliberal”.
ayer fue el séptimo día de protesta por parte de los trabajadores de las cooperativas de Mar del Plata y el cuarto que incluyó la realización de piquetes en las dos principales calles de acceso al Puerto.
Las medidas de fuerza se decidieron para reclamar que aproximadamente 8.000 trabajadores que actualmente trabajan en cooperativas truchas y en forma ilegal sean regularizados. Además, los trabajadores reclaman un sueldo mínimo garantizado.
Por otra parte, Calamante indicó que “el sector pesquero de nuestro pais está viviendo una delicada situación que debemos atender con el máximo de responsabilidad posible y creo que los empresarios portuarios de esta ciudad no están a la altura de las circunstancia”.
Por último, el dirigente sindical marplatenses aseveró que “el reclamo de los trabajadores es justo y espero que quienes tienen que tomar las decisiones sean razonables y no haya que lamentar escenas de violencia".