Ante la falta de respuesta patronal, que la llamó despectivamente "Insolencia Obrera", el conflicto se endureció resolviendo les trabajadores tomar la fábrica y armar un piquete en la puerta de la misma. Inmediatamente se enviaron policías y bomberos para castigar esa “insolencia”. La represión se inició el 7 de enero con el asesinato de 4 trabajadores y más de 30 herides. Allí se inició una semana marcada por la violencia de la represión, y la estoica y solidaria gesta de todes les trabajadores, nucleades principalmente en las centrales sindicales.
El 9 de enero la ciudad se encontraba paralizada, la clase trabajadora llevó adelante una enorme huelga general. Los únicos movimientos los constituían las compactas columnas de trabajadores que se preparaban para enterrar a sus muertos. El cortejo fúnebre fue atacado desde una iglesia de la que surgieron policías y bomberos disparando a la nutrida marcha, cobrándose las primeras víctimas de la jornada. Se agravó en Chacarita cuando en una emboscada uniformades comenzaron a disparar sobre la multitud encabezada por les familiares. No había hasta ese momento antecedentes de semejante matanza de obreres. A pesar de ello el pueblo movilizado siguió en las calles, dándose una escalada represiva y una mayor matanza.
El 11 de enero comienza el triunfo de la huelga llegando a un acuerdo el gobierno, la fora del IX° Congreso con la libertad de les preses (más de 2000), un aumento entre 20 y 40% en los sueldos, jornada laboral de 9 horas (ante las 11 y 12 que venían exigiendo desde la empresa) y la reincorporación de les huelguistas detenides.
Finalmente asume como jefe de policía el general Luis Dellepiane, quien recibió por separado a las dos centrales y aceptó sus condiciones, ordenando el presidente Yrigoyen la libertad de todes les detenides. Les trabajadores de Vasena, aceptaron volver a su actividad el día 20, comprobando que se hubieran cumplido sus reivindicaciones y que no quedaran compañeres despedides, ni sancionades. En esa semana fueron asesinades entre 100 y 700 trabajadores y hubo miles de herides, lo que es difícil de cuantificar debido al ocultamiento cómplice de los grandes periódicos.
LA HUELGA TRIUNFÓ A UN COSTO ENORME.
Estos hechos nos recuerdan que ante el avance de les trabajadores, siempre se repite la resistencia y la represión de los mismos actores, principalmente de los sectores económicamente más beneficiados de la sociedad. Estos ejercen su racismo y su desprecio por les más humildes, haciendo de la disputa de les trabajadores y la batalla cultural una constante sin tregua para garantizar un país para todes.
Creo que ahí estaría
101 años de la Semana Trágica.
Recordamos la lucha de les trabajadores que entre el 7 y 13 de enero en los Talleres Vasena, iniciaban una huelga reclamando por sus derechos, la cual terminó en una brutal represión con al rededor de 700 muertes y más de 4000 herides.