En el pasado la desregulación y venta de medicamentos sin receta en supermercados, kioscos o almacenes ha llevado a:

1. Falta de control sobre la calidad y autenticidad de los medicamentos.
2. Riesgo de sobredosis o interacciones medicamentosas debido a la falta de supervisión profesional.
3. Uso irracional de medicamentos, incluyendo el uso de antibióticos sin prescripción médica.
4. Incremento de los precios debido a la especulación y la competencia desleal.
5. Falta de información y educación sobre el uso adecuado de los medicamentos.

La salud pública debe ser prioritaria sobre la lógica del libre mercado. El gobierno nacional debe garantizar que la dispensa de medicamentos sea realizada de manera segura y responsable, protegiendo la salud y la vida de los ciudadanos.

Es fundamental que los profesionales de la salud, organizaciones de consumidores y la sociedad en general nos unamos para promover la regulación y supervisión efectiva de la dispensa de medicamentos, educar a la población sobre el uso racional de los medicamentos, defender el derecho a la salud y la seguridad de los ciudadanos.