Durante la actividad, que se transmitió a través de las redes sociales de la Secretaría de Género de la CTA, disertaron las compañeras que están impulsando el espacio que conducía Estela Díaz, hoy Ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, quien también participó del encuentro. Se trata de Yamile Socolovsky, Secretaria de Formación de la CTA y Relaciones Internacionales de la CONADU; Cristina Echegoyen, secretaria de Géneros del SUTEBA; Roxana ‘Polaca’ Rogalski, secretaria de Género de la CTERA; Mónica Ameneiros, secretaria de Igualdad de Género y Discriminación en el Trabajo de APA-Aeronáuticxs, y Karina Nicoletta, secretaria de Género de la AGTSyP-Subtes.
Asimismo, la abogada laboralista Cynthia Benzion detalló los alcances del Convenio 190, aprobado por la Organización Internacional del Trabajo en junio de 2019, y de la Recomendación 206, medidas que fueron impulsadas por el conjunto de las mujeres y disidencias sindicalistas organizadas, y de las que se espera una pronta ratificación por parte del Congreso Nacional. Cabe resaltar que el Senado le dio la semana pasada media sanción al proyecto enviado por el Gobierno Nacional que encabeza Alberto Fernández, de ratificación del C190 sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo. Son dos los países que ya han ratificado la resolución de la OIT: Uruguay y Fiji.
La OIT es una entidad que funciona dentro de la Organización de Naciones Unidas y cuya misión principal es promover el trabajo digno y la justicia social en los países que la integran, que son alrededor de 190. Desde su surgimiento en 1919, la OIT elabora, con intervención tripartita del sector trabajador, empleador y gobiernos, y vota todos los años diferentes convenios en el marco de la conferencia internacional que sesiona una vez por año, que finalmente cada Estado ratifica y lo convierte en norma interna.
Con cerca de 100 participantes a través de la plataforma Zoom y más de 700 en la transmisión en vivo de Facebook, también dirigieron unas palabras a lxs presentes nuestro secretario general de la CTA y diputado nacional Hugo Yasky; Edgardo Llano, secretario general adjunto de la CTA y Roberto Baradel, secretario general del SUTEBA, CTA provincia de Buenos Aires y Relaciones Internacionales de la CTA Nacional.
“Como central tenemos un sello distintivo y un protagonismo de nuestros dirigentes y de la Secretaría de Género, que siempre han trabajado para que la perspectiva de Género y la igualdad sea parte de las políticas de la central”, expresó al dar inicio al encuentro Cristina Echegoyen. Además, la dirigenta docente explicó que la Micaela sindical se viene debatiendo dentro de la central obrera con el objetivo de generar espacios de formación en capacitación Ley Micaela para todes les afiliadxs.
Yamile Socolovsky destacó la importancia de que la Argentina se sume rápidamente a la ratificación del C190 y señaló que el logro de su aprobación hace un año en la OIT “es un triunfo de las trabajadoras organizadas en los sindicatos. El C190 y la Resolución 206 son resultado de una iniciativa que partió del sector sindical en la OIT y que además fue instalado en la Confederación Sindical Internacional como un tema de agenda hace muchos años por las compañeras que están en los sindicatos”.
Además, Yamile subrayó la importancia de la participación de las mujeres, muchas veces invisibilizadas, en los ámbitos de organización gremial y que este debate y ratificación debe ser el puntapié inicial para discutir otras herramientas legales de cara a la promoción y concreción de políticas públicas para el conjunto de las mujeres trabajadoras. “En 2017, nuestra central impulsó y participó de la firma de un compromiso sindical contra la violencia de Género. Como resultado, se produjeron dos protocolos importantes: El protocolo de actuación sindical ante situaciones de violencia, acoso y discriminación por razones de Género en el ámbito laboral y en el interior de las propias organizaciones”, detalló Socolovsky.
Por último, expresó la necesidad de intensificar, convenido entre todas las referentas de Género del país y en el marco de la pandemia, “las acciones de sensibilización, formación y responsabilización de la militancia y de las conducciones de nuestras organizaciones en la relación al abordaje de la lucha contra la desigualdad, las exclusiones y las violencias, en la sociedad, en el mundo del trabajo y en nuestras organizaciones”.
Por su parte, Estela Díaz, recordó que la capacitación Ley Micaela es obligatoria para todes les funcionaries del gobierno, de los tres poderes del Estado Nacional, y para lxs trabajadorxs de las dependencias públicas. En cambio, la idea de impulsarla en los ámbitos sindicales es por voluntad política. La primera Ministra de las Mujeres de la historia de la provincia de Buenos Aires, manifestó: “Estamos trabajando articuladamente con las compañeras de los sindicatos, de las organizaciones sociales, de los diversos colectivos feministas. Axel nos lo decía: tenemos que construir un Estado que sea militante, transparente, accesible, solidario y poner a la producción y al trabajo como ejes centrales de la organización social, de la integración y de la construcción de comunidad”.
A continuación, Hugo Yasky, celebró que el espacio impulsado por las compañeras sea el primero en incorporar el debate de la necesidad de formación en Ley Micaela para las organizaciones que lo integran. También agradeció a Estela Díaz haber sido una gran impulsora de los debates de Género hacia adentro de la central obrera, y una gran maestra. “El patriarcado, el machismo en sus diversas expresiones, el racismo, la desigualdad, la violencia ejercida contra los que menos tienen, contra los más débiles y contra las mujeres, responde todo a una misma matriz. Y la tarea que nosotros tenemos, desde una central que reivindica una fuerte politización, la CTA reivindica la disputa política y la disputa de clase y se siente parte comprometida en esa lucha”, reafirmó Yasky. “No somos una central que entiende al sindicalismo como un factor de presión, que se reconoce a sí mismo como parte del sistema. Por supuesto, en el marco de la legalidad, nuestra intención en el terreno de lo material, lo simbólico y lo político es cambiar el sistema. Queremos discutir cada una de las reglas de juego que impone la clase dominante. Y una de las más duras, de las más viejas, de las que viene de hace siglos y siglos es el patriarcado. Por eso creemos que es necesario trasladar esta discusión a nuestra práctica cotidiana”.
“Las compañeras siempre están en la primera línea de lucha, con los hijos a cuesta, en los comedores, en las tareas solidarias, en los equipos que se están armando para ayudar a la gente a sostener las políticas sanitarias y para proveer algunos insumos, o para la limpieza. Ahí están las mujeres”, reivindicó el titular de la CTA y agregó: “Hay que lograr que ese ascenso del protagonismo de las mujeres, en las organizaciones sociales y en los sindicatos, crezca mucho más. Y hay que hacerlo como parte de una política que sistematice los avances”.
“Tenemos la enorme responsabilidad, aún en estos tiempos tan complejos, de continuar fortaleciendo nuestras organizaciones sindicales y darles a cada une de les compañeres las herramientas para aplicar en cada uno de los espacios, desde lo macro hasta el último lugar del territorio, el C190 enlazado con la Ley Micaela y con las políticas de cuidado”, destacó Roxana ‘Polaca’ Rogalski.
La abogada laboralista, Cynthia Benzion, hizo hincapié en que el Convenio 190 implica un cambio de paradigma porque incorpora por primera vez la noción de Género. A su vez, remarcó que es relativamente nuevo el concepto de “violencia laboral” que también incorpora el C190. “La violencia laboral es totalmente patológica e independiente del concepto de poder empresario. El poder empresario tal como está regulado en nuestra Ley de Contratos de Trabajo es legal, pero tiene límites. Cuando se traspasan esos límites estamos hablando de un abuso de poder. Ese abuso de poder se llama violencia laboral”.
“Que la OIT diga que la violencia en el ámbito de trabajo es una cuestión de derechos humanos, es novedoso y es trascendente. Que diga además que esto atenta contra la igualdad de oportunidades, que significa una amenaza en el acceso de las mujeres y diversidades a los puestos de trabajo también es novedoso. Y que incluya el concepto de tolerancia cero, como un mandato muy concreto para todos los actores sociales, de que ninguna forma de violencia es tolerada, y debe trabajarse por parte de los Estados y de todos los actores sociales en la prevención, la intervención y la erradicación, también es novedoso y trascendente”, aseguró Benzion.
La abogada laboralista explicó además que la Recomendación 206, que complementa al C190, lo que hace es sugerir la inversión de la carga de la prueba. “En la implementación de los mecanismos para intervenir y atender la situación, sugiere que se prevea la inversión de la carga de la prueba. Significa que la víctima va a tener que aportar solamente algunos indicios de que ha sufrido violencia laboral para que sea el agresor quien tenga que probar que no ha ocurrido tal violencia”.
Por último, enfatizó que de ratificar la Argentina el C190, su entrada en vigor ocurrirá luego de 12 meses transcurridos desde la colocación del instrumento de ratificación en la sede central de la OIT en Ginebra. Lo primero que tendrá que hacer el Estado será “desmalezar. Significa mirar todo lo que hay en la materia del Convenio Colectivo sobre violencia y acoso en el mundo laboral. Ver qué leyes, políticas, programas se implementaron hasta acá. Analizar todo eso, ver qué sirve, qué vamos a dejar, qué vamos a derogar o eliminar y qué necesitamos para hacer efectivos los objetivos del tratado”.
Mónica Ameneiros, de la Asociación del Personal Aeronáutico, se sumó al pedido de Libertad de Milagro Sala, qué habían mencionado antes Yasky y Díaz, “que sigue presa política del gobierno de Macri”. Agradeció la participación de les compañeres de la Mesa Nacional y expresó que “es una alegría participar de este trabajo colectivo que hacemos con convicción, con un profundo orgullo de ser mujeres sindicalistas feministas. Por eso pertenecemos a la CTA de les Trabajadores, porque fue vanguardia de los temas con perspectiva de Género, con respecto a la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito; con los protocolos de violencia, que fue la primera central que los impulsó. Con los temas de cuidado y responsabilidades compartidas”. También mencionó la participación de la central en la reciente conmemoración del Día del Orgullo LGTB+.
“Nuestra agenda no se ha modificado, a pesar de este virus. Nuestra agenda sigue en pie, es el trabajo por la inclusión, el trabajo para erradicar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, proponiendo nuestra Micaela Sindical, que nombrándola la traemos a la vida, porque seguramente fue su lucha dentro del Movimiento Evita lo que impulsó nuestra responsabilidad y compromiso dentro de nuestras organizaciones con las capacitaciones, con nuestras compañeras y compañeros. Entiendan que es una lucha colectiva y seguramente tengamos todes juntes que defender el Estado Nacional que nos facilita esta forma de trabajar junto a dos Ministerios, junto a compañeras que llevan adelante esa función. Estamos en esta lucha porque todas hemos sufrido en carne propia, en algún momento de nuestras vidas, todo esto que estamos hablando: discriminación, abuso, ejercicio de poder y patriarcado”, agregó Ameneiros.
Karina Nicoletta celebró la jornada, “síntesis de un recorrido histórico que nuestra central viene teniendo desde sus inicios. La intervención de nuestra central en el proceso de ratificación del C190, y su posterior implementación, ha sido fundamental la presencia de nuestras organizaciones sindicales en esas discusiones, para que se instalara y se pusiera en visibilidad la realidad en los sectores de trabajo, en nuestras organizaciones y en nuestros espacios. Entendemos esta decisión política como la necesidad fundamental de continuar democratizando nuestras organizaciones”.
“Plantear la implementación de lo que denominamos la Micaela Sindical, para darle la identidad justamente de lo que representa para lxs trabajadorxs, supone un enorme desafío. Estaremos conformando equipos de trabajo para llevar adelante esa aplicación”, aseguró Nicoletta y agregó: “Nuestra central ha sido vanguardia en la pelea contra las diferentes opresiones que venimos transitando las trabajadoras y los trabajadores y no pueden quedar por fuera de esa discusión las desigualdades estructurales que sufrimos aún hoy las mujeres y las identidades sexo genéricas diversas en nuestros ámbitos de trabajo, por lo cual este es el inicio de un proceso colectivo sobre la base de esa decisión colectiva. Tenemos mucho para aportar”.
“Los difíciles cuatro años que nos representaron, pusieron en la calle y también en nuestras organizaciones la unidad que supimos conformar las trabajadoras, desde los diferentes sindicatos y desde las diferentes centrales sindicales, una unidad que suponemos tiene que ser necesaria y continua para los tiempos que vienen. Nuestra central hoy está planteando claramente una posición política respecto a la crisis que va a devenir a partir de esta pandemia y es fundamental que en esa discusión haya una perspectiva de Género. Que generemos herramientas institucionales desde nuestras organizaciones y desde nuestra central para afrontar esa crisis que seguramente vamos a transitar, con la clara posición política de que es necesaria una redistribución de la riqueza de los sectores concentrados de la economía y que tiene que tener una perspectiva de Género”, concluyó la referenta de Género de lxs Metrodelegadxs.
En los próximos días, la colectiva de responsables de Género de la CTA de todo el país definirá el programa que dará inicio a esta etapa de formación en todos los niveles de organización de nuestra CTA, con la Micaela Sindical de la CTA de les Trabajadores.