La licencia para matar justificada e impulsada por el Presidente de la Nación Mauricio Macri, su Vicepresidenta Gabriela Michetti y su Ministra de Seguridad Patricia Bullrich provocó este aberrante crimen que repudiamos implacablemente.
Execrable también es el accionar de la policía que habiendo provocado estas muertes buscó cobardemente inculpar a las víctimas para desligarse del salvaje crimen.
Exigimos que se caiga con todo el peso de la ley sobre aquellos funcionarios que generaron el caldo de cultivo que acabó con la vida de estos jóvenes y arruinó la vida de sus familias, considerando también imperioso un urgente accionar de la justicia, con fallos ejemplificadores, que terminen de una vez y para siempre con estos hechos propios de bestias de la más baja calaña.