Las fotos que integran esta muestra fueron tomadas por agentes de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA). Las cámaras de la DIPPBA dispararon, marcaron, persiguieron y sentenciaron a militantes políticos, sociales y gremiales.
Todas estas prácticas fueron establecidas por la inteligencia estatal dedicada a capturar y a poner en foco los rostros, los cuerpos, los andares, las pertenencias, los lugares, las vidas de miles de hombres y mujeres durante más de medio siglo. Fotos que marcan y señalan a las victimas. Fotos robadas, tomadas como botín en distintos procedimientos, quizá en el intento de arrebatar también los recuerdos mas personales. Fotos que procuran capturar la movilización y la protesta social en las calles. Que buscan el detalle de los rostros. Que detienen el gesto de un encuentro. El despliegue de una bandera o el paso lento de una marcha. Fotogramas en serie. Primeros planos de detenidos. imágenes de acontecimientos familiares. De viajes y asambleas gremiales. Fotos que exhiben lo arrebatado tras allanamientos y secuestros. Estas son las imágenes que ilustran centenares de legajos del Archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía Bonaerense.
Sin embargo la fotografía no es la mera transparencia de lo ocurrido. En cada una de ellas existen otros mensajes. Código de otros tiempos. Sentidos guardados que permiten legitimar memorias vulnerables. Porque al fin, estos documentos fotográficos son también el registro de los sueños, las derrotas y las luchas de varias generaciones. Rastros únicos que nuestra historia política. Imágenes robadas y ahora recuperadas para el conjunto de la sociedad.
Compartir esta selección de fotos buscando juntos resignificarlas, es la forma de contribuir para que quienes fueron espiados y asechados, puedan recuperar un lugar en la memoria colectiva.
26 cuadros, de 30 x 40. Tres núcleos temáticos.
Producción y curaduría: Helen Zout