La Mesa Nacional de la CTA definió en su reunión del día de ayer, 31 de marzo, iniciar una campaña de denuncia pública contra la acción deliberada de las grandes compañías productoras de alimentos que siguen remarcando para ampliar sus ganancias a expensas de una inflación que castiga a millones de trabajadores y trabajadoras.

La central obrera ante la variación de precios y salarios en los últimos meses, ve con preocupación que las recomposiciones salariales conseguidas en paritarias empiezan a neutralizarse dado que esos aumentos son apropiados por un grupo de empresas muy poderosas que definen el valor de la canasta básica. Agrava esta situación el hecho de que la COPAL, cámara empresaria que reúne a las grandes empresas alimenticias, se encuentre en este momento presionando al gobierno para que se elimine el programa de precios cuidados.

En este sentido, el secretario General de la Central, el Diputado Nacional, Hugo Yasky, rechazó de plano las amenazas de la COPAL que busca desactivar el sistema que fija precios de referencia y que se deje sin efecto la aplicación del SIPRE, programa dispuesto por las autoridades del gobierno para que las empresas deban informar entre otros datos la cantidad de productos que fabrican y el volumen de sus ventas y stock. Su objetivo es detectar desequilibrios de precios entre los eslabones de una cadena de valor, conductas especulativas ligadas a incrementos injustificados de precios, dificultades de aprovisionamiento de insumos y/o de productos finales en algún eslabón de la cadena.

Esta presión de los grupos empresarios resulta inadmisible, habida cuenta de que, desde noviembre, en que comenzó a reactivarse la economía, los precios no han parado de subir. No se puede aceptar el argumento de este sector que esa información constituyen un secreto de su estrategia comercial. También es inaceptable su amenaza de recurrir a la justicia en caso de que las autoridades no desactiven estos mecanismos cuyo único objetivo es tratar de poner límites a los abusos en la remarcación de precios con que vienen castigando a los sectores populares. Esto se produce, por otra parte, cuando los costos salariales medidos en dólares se encuentran en uno de los puntos más bajos de la historia reciente y los niveles de pobreza en uno de los más altos según los datos del último semestre suministrados por el INDEC.

En este marco, los precios en alimentos, que crecen más que el promedio, tienen un peso mucho mayor a otros rubros en los consumos de los sectores populares, por eso su inflación es superior a la sufrida por otras capas de ingresos medios o altos.

Yasky expresó el profundo malestar de los trabajadores ante estas conductas especulativas y analizó además sus motivaciones políticas: “no sólo aumentan los precios pretextando la libertad de mercado para llenarse los bolsillos a costa del bienestar general, al mismo tiempo, lo hacen para desgastar, en un año electoral, a un gobierno que no actúa como un mero empleado de sus intereses sectoriales”.

Según el representante sindical, “esta conducta va en mismo sentido que aquellos pocos millonarios que quieren recurrir al poder judicial para negarse a realizar el ‘Aporte extraordinario a las grandes fortunas’”, comparó. Y adelantó, “desde la CTA vamos a salir a denunciar estas acciones y visibilizar a sus responsables, dado que no se puede admitir en un contexto de pandemia estas actitudes mezquinas y antisociales.”