El docente Carlos Fuentealba fue asesinado el 4 de abril de 2007 por el impacto en la cabeza de una granada de gas lacrimógeno, que fue disparada por el cabo José Darío Poblete durante una manifestación del gremio. En el segundo juicio –el primero solo condeno al autor material del echo- seis policías fueron hallados culpables de "abuso de autoridad" y "abuso de armas"

El exjefe de la policía de Neuquén Carlos Zalazar, el exsubjefe Moisés Soto, el exsuperintendente de Seguridad Metropolitana Adolfo Soto, el exjefe del Departamento de Seguridad Metropolitana Jorge Garrido y el exdirector de Seguridad Mario Rinzafri fueron culpados por "abuso de autoridad", mientras que el policía Benito Matus fue hallado responsable de "abuso de armas".

En el mismo fallo absolvieron por "falta de pruebas en su contra" a los agentes Aquiles González y Julio César Lincoleo y por "el beneficio de la duda" al policía Benito Matus por "lesiones leves".

La resolución contra los ocho expolicías acusados de participar de la represión que causó la muerte de Fuentealba en una protesta en Neuquén en 2007 se conoció tras diez audiencias judiciales

16 años de lucha por verdad y justicia

En ese sentido, Silvia Almazán, Secretaria de Formación, Investigación, Proyectos y Estadísticas de la CTA provincia de Buenos aires señaló que “en Neuquén vivimos un hecho histórico de verdad y justicia por Carlos Fuentealba”.

“Pero lo más hermoso, lo más humano” –agregó Almazán- “es que pudimos abrazarnos con los compañeros y compañeras, luego de 16 años de lucha, luego de 16 años recorriendo el país, visitando las escuelas y todas las aulas. Ocupando todos los espacios públicos con una sola consigna: Justicia completa para Carlos Fuentealba, para su compañera Sandra Rodríguez y para todos los docentes de Neuquén y del País”.

Y por ultimo señaló que “no era un abrazo mas, era el abrazo de la lucha, el abrazo de la construcción colectiva de todos los sindicatos docentes de base unidos en CTERA. Y era también el abrazo de todos los trabajadores y trabajadoras que luchan incansable te por una educación pública comprometida con un modelo de país nacional y popular”.

Jorge Sobisch y su gobierno antipopular

Tras el fallo y la condena, su compañera de toda la vida, Sandra Rodríguez, señaló que “con la dignidad que nos da la lucha de cada día: con la indignación de aquel 4 de abril que no dejó de pensar ni un solo de los días de estos 16 años. Y con la frente bien alta y el corazón lleno de fuerza es que entramos a los Tribunales para volver a repetir lo que siempre sostuvimos y es que el escarmiento que quiso darnos Jorge Sobisch no sirvió”.

Y agregó que “hoy compañeros dimos una muy buena clase pública de lo que significa defender la vida, la democracia, los derechos de los hombres y de las mujeres. Este fallo es el cimiento de que los trabajadores y trabajadoras podemos hacer uso del derecho a manifestarnos, y tenemos derecho a tener justicia”.