Estamos en las calles en todo el país, para reivindicar y defender los derechos conquistados, y para poder avanzar por todo lo que falta.

Porque la lucha del movimiento feminista popular logró el 30 de diciembre de 2020 la sanción de la Ley que reconoce el derecho al aborto voluntario, seguro y gratuito, una conquista histórica que, junto a la Ley que garantiza el matrimonio igualitario, la identidad de género autopercibida, la Educación Sexual Integral, la Ley Micaela, el régimen que regula el trabajo en casas particulares, el cupo y la inclusión laboral travesti-trans en el sector público, las moratorias previsionales que han permitido jubilarse a las mujeres que no tienen suficientes aportes porque han sido excluidas de la formalidad laboral, la ratificación del Convenio 190 de la OIT contra la violencia y el acoso en el mundo del trabajo, entre otras, constituyen avances fundamentales para nuestra democracia.

Estos derechos, junto a la creación de los Ministerios de las Mujeres, Géneros y Diversidad, imprescindibles para el desarrollo de las políticas públicas que necesitamos para construir igualdad y combatir las violencias por motivos de género, representan la voluntad mayoritaria del pueblo argentino de construir una sociedad más justa, y la comprensión de que la justicia social exige reparar las desigualdades y exclusiones que impone el orden patriarcal.

Sabemos que todos los derechos se conquistan, se sostienen y se hacen efectivos con la organización, la vigilancia y la movilización de quienes los reivindicamos. Por eso es preciso y urgente convocarnos para asegurar lo que hemos conseguido, frente a los ataques y amenazas de las derechas que arremeten contra nosotres con manifestaciones violentas, y que hoy se expresan electoralmente en las candidaturas de Milei y Bullrich.

La máxima expresión de su estrategia violenta la constituye el intento de magnifemicidio contra nuestra Vicepresidenta, la compañera Cristina Fernández de Kirchner, cuyo esclarecimiento es obstaculizado por un Poder Judicial que es cómplice del poder económico y protege la impunidad de sus responsables políticos.

El programa de esas derechas declara que pretende destruir nuestras conquistas, y anuncia su intención de recortar todas las áreas del Estado que tienen la función de resguardar los derechos más elementales de la población, como la salud, la educación, o las políticas sociales. Y va expresamente contra la universidad pública y gratuita, contra la investigación científica, contra las instituciones que protegen los derechos laborales, contra los organismos de defensa de los derechos humanos, contra las organizaciones sociales, contra los sindicatos y contra el feminismo. Van contra todo lo que nos ha permitido sostener nuestra democracia en estos 40 años. Y contra las herramientas que nos permiten luchar para que esta democracia responda efectivamente a las necesidades populares.

Hoy salimos nuevamente a las calles también por los derechos que nos faltan, conscientes de que el único camino es la unidad, la organización y la movilización de todo el campo popular, en un escenario de enormes dificultades para nuestro pueblo, impactado por la extorsión de los formadores de precios y del Fondo Monetario Internacional, que pretende hacer pagar a les y las trabajadoras la deuda ilegal e ilegítima tomada por el gobierno de Mauricio Macri. El proyecto de la derecha no resolverá ninguna de las necesidades del pueblo trabajador, sólo traerá desamparo, miseria, pérdida de soberanía y represión.

A pocos días de las elecciones, también salimos a las calles para decir que es preciso construir el triunfo de Unión por la Patria, con Sergio Massa y Agustín Rossi en la Nación, con Axel Kicillof y Verónica Magario en la Provincia de Buenos Aires, Leandro Santoro y Barbara Rossen en CABA y les candidates de UP en todo el país. Para avanzar con decisión contra los poderes fácticos que pretenden seguir saqueando el esfuerzo del pueblo trabajador mientras atentan contra la democracia.

Y para seguir construyendo la patria que soñamos, libre, justa, soberana y feminista.

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